Cómo cocinar un brisket en Barbacoa Weber
Los fanáticos de la parrilla saben lo delicioso que es el brisket. Este es uno de los cortes que sin duda alguna animan a todos a aventurarse en las cocciones de larga duración y los ahumados. Así que en esta ocasión vamos a conocer cómo cocinar un brisket en barbacoa Weber y que puedas disfrutar de este delicioso manjar.
Cómo cocinar un brisket en Barbacoa Weber en 7 pasos
Preparar un brisket de vacuno necesita de la elección de la pieza ideal y sobre todo, seguir los pasos de su cocción con la temperatura ideal. Esta pieza que pertenece a la zona del pecho del animal, es complicado de conseguir, ya que aunque en Estados Unidos , es una pieza muy común, aquí te será más difícil de encontrar, así que si tienes carnicero de confianza puedes pedirsela.
1. Elige los implementos
Cuando se trata de cocinar en una barbacoa Weber, lo primero que tienes que tener en cuenta es utilizar accesorios que faciliten la cocción, además de elegir una barbacoa adecuada que incluya un termómetro para medir la temperatura.
Algunas personas prefieren una barbacoa de carbón más tradicional. Sin embargo, los implementos de medición de la temperatura de los alimentos son una maravilla para monitorizar la temperatura del brisket, ya que esto es una de las claves para el éxito de esta receta.
2. Seleccionar la mejor brisket
El brisket es uno de los cortes de carne favoritos para la preparación de parrillas. Esta pieza se extrae del cuarto delantero de la res (ubicado debajo del cuello). Su parte trasera es ancha y plana, mientras que la delantera es alta y estrecha.
Una de las principales características de esta pieza es que posee fibras musculares, tejido conectivo y cierta cantidad de grasa. Además de ser muy rica en proteínas como el colágeno y la elastina.
Una carne con colágeno favorece que se ablande durante la cocción y obtener una preparación más suave. Pero si tiene una mayor parte de tejido conectivo, será más dura y requerirá más cocción.
Cuando el colágeno se derrite, da como resultado una carne jugosa. Algo similar a lo que aporta la grasa infiltrada, que gracias a la cocción le da a la preparación un aspecto increíble y una consistencia más suculenta.
Y otro aspecto que tienes que considerar es que la pieza de carne que elijas tiene que adaptarse al tamaño de la parrilla, para que pueda cocinarse por cada uno de los lados sin inconvenientes.
3. La limpieza del brisket
Para limpiar el brisket solo tienes que retirar el exceso de grasa y los tejidos membranosos. Aunque hay que tener cuidado de no quitar todo, sino dejar al menos un escudo de fina grasa, para que la cocción lenta no cause pérdida de humedad.
Y la grasa sobrante puedes guardarla para humectar la carne durante el proceso de cocción o incluso aprovechar para preparar una ricas hamburguesas.
4. Sazona el brisket
A diferencia de otras preparaciones a la parrilla, la carne de brisket solo necesita un poco de pimienta y sal gruesa para que quede fantástica. Y para que su sabor resalte y la humedad de la carne quede mejor, puedes añadir mostaza natural.
5. Preparación de la barbacoa Weber
Tras sazonar la carne será momento de preparar tu barbacoa Weber. Para el brisket ahumado lo más recomendable es elegir briquetas de carbón que tengan un tamaño más uniforme, para que su consumo sea más homogéneo y ayude con la cocción lenta.
Estas briquetas suelen estar elaboradas con madera carbonizada combinada con aglutinante. Por lo general, estas briquetas tardan un poco más en encender, pero un punto a favor es que funcionan por más tiempo una vez son encendidas.
Lo ideal es que las briquetas sean añadidas al principio del proceso para que la carne obtenga un mejor ahumado y el aromatizado sea satisfactorio.
La temperatura de cocción tiene que estar entre 150ºC y 175ºC. Utiliza el termómetro para verificar la temperatura y asegurarte que la temperatura sea estable.
6. Cocción del brisket
El brisket debe ser colocado en la parrilla por dos horas en posición horizontal, para que la cocción sea homogénea. Luego de esta primera fase verifica el estado del carbón, y completa cuatro horas hasta que el brisket tenga un delicioso aroma y un buen color.
Durante la cocción puedes humectar con parte de la grasa que retiraste al inicio de la preparación, utilizando una brocha para barbacoa.
El siguiente paso será envolverlo en aluminio, pero antes de hacerlo tienes que comprobar que el color sea dorado y que la carne tenga un suave aroma.
La envoltura debe ser en una doble capa de aluminio con la presión correcta. Esto ayudará a concentrar el sabor de la carne, mantener la humedad y acortar el tiempo de cocción. Y puedes rociar un poco de agua o zumo de naranja por encima para humectar.
Aunque si envuelves la pieza antes de tiempo, la preparación no tendrá esa característica textura crujiente de la corteza que tanto buscan los fanáticos de la parrilla.
Cuando la carne esté envuelta, ajusta el carbón y cocina por otras dos horas. Para la verificación de la temperatura usa una sonda. Este implemento debe ser introducido por la parte más gruesa de la pieza, y te dirá los grados centígrados del interior de la carne (entre 95ºC y 100ºC).
Para comprobar si la carne está lista, pincha la pieza. Si ofrece poca resistencia, significa que ya está lista para ser retirada de la barbacoa.
7. Reposo y momento de servir el brisket
La fase de reposo es tan importante como la de cocción. Un error muy común es servirlo de inmediato. Pero en una buena parrilla la paciencia es la clave.
Dejar reposar la carne permite que los jugos dentro de ella se distribuyan de forma adecuada. Si la sirves apenas la saques de la barbacoa, los jugos se derramarán y la carne podría quedar algo seca.
El tiempo ideal para servir un brisket cocinado en barbacoa Weber es entre una y dos horas, pero sin excederte porque si se enfría deberás volver a calentarlo y esto significa que perderá otra vez parte de sus jugos.